El tipo salió a pasear a un perro y encontró enormes huellas de un pájaro en el río, y tienen millones de años.

Saliendo a caminar, no esperamos tropezar con algo importante, valioso o inusual. Quizás si estuviéramos más atentos a lo que sucedía a nuestro alrededor, la posibilidad de que esto suceda aumentaría significativamente. Al menos, esta fue la conclusión que hizo el neoyorquino Michael Johnson después de su reciente descubrimiento. Y descubrió nada más que las enormes huellas de un pájaro prehistórico que había estado almacenado durante miles de años en el fondo del río.

El tipo dice que estaba caminando con perros cuando notó accidentalmente algo así como la huella de un pájaro en el agua. Cuando se acercó, quedó claro que había más de una pista y que claramente pertenecía a alguien muy grande. Sin embargo, Michael no le dio mucha importancia a esto, sino que simplemente los fotografió por teléfono para mostrar de alguna manera a los empleados del museo local.

Para su sorpresa, el museo estaba extremadamente entusiasmado con el hallazgo. Al hombre le dijeron que este es un descubrimiento muy importante y que necesitan ver todo por sí mismos. Pronto, se iniciaron excavaciones serias en el río: los trabajadores comenzaron a bombear agua y eliminar cuidadosamente las huellas fosilizadas para llevarlas al museo. Su tamaño era de 30 por 30 centímetros.

Pertenecen al pájaro no volador moa. Estas enormes criaturas sin alas se extinguieron hace 1,5 mil años y pesaban unos 250 kilogramos.

Michael dice que no esperaba que su caminata se convirtiera en tal descubrimiento. Sin embargo, a partir de ahora, será aún más cuidadoso para no perder accidentalmente nada interesante.

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