Monstruos de nieve de Japón: increíble bosque de invierno, tierra del sol naciente

En el centro de Japón, está el estratovolcán Zaozan. En invierno, miles de japoneses vienen a pasear por esta montaña. Hay una estación de esquí en sus laderas, pero su atracción principal son los monstruos de nieve o, como los llaman los habitantes de la Tierra del Sol Naciente, juhyo.

Aquí sopla un viento tan fuerte que levanta gotas de agua de un lago cercano y los hace asentarse en los árboles. Las laderas de Zaozan están cubiertas de pinos, y el agua literalmente se congela a las agujas de manera caótica. Hace tanto frío aquí que los carámbanos a menudo se encuentran en líneas horizontales, y luego la nieve recién depositada en todo este esplendor helado, formando un verdadero milagro natural. Estos grotescos árboles blancos como la nieve, convirtiéndose en figuras increíbles, los japoneses llamaron monstruos de nieve. Y con tales árboles mágicos envueltos en nieve, se extiende una pendiente entera, que se convierte en un bosque fantástico.

Por cierto, esto está lejos de ser la única atracción de la montaña Zaozan. Tiene varias cúpulas de lava, y en uno de los cráteres se encuentra el lago Okama, también conocido como el "estanque de cinco colores". El cráter apareció después de la erupción del volcán en la década de 1720, y luego se llenó de agua. Es de él que el viento trae gotas de agua, razón por la cual aparece juhyo. Pero a los turistas no les gusta Okama por esto: dependiendo del clima, el agua del lago es de diferentes colores.

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