Cómo funciona la barrera del Támesis que protege a Londres de las inundaciones

Londres, ubicado en la desembocadura del río Támesis, ha sido víctima de inundaciones devastadoras, la última de las cuales ocurrió en 1953. Pero la causa de estos desastres no fue tanto el río en sí como las olas que vinieron del Mar del Norte durante el clima tormentoso. Y para proteger la capital británica de los ataques regulares desde el mar, los ingenieros construyeron una presa original en el río llamada Barrera del Támesis, que no interfiere con la navegación, pero evita las inundaciones en la ciudad.

La construcción de esta instalación comenzó en 1974, y el ingeniero del concepto de presa fue el ingeniero Charles Reginald Draper. Diez años después del inicio de la construcción, en mayo de 1984, tuvo lugar la gran inauguración de la Barrera del Támesis, a la que asistió la propia Reina Isabel II.

La barrera del Támesis consta de 9 muelles de hormigón y 10 puertas móviles, que se encuentran en reposo en el fondo del río y permiten a los buques pasar libremente la barrera. Pero durante una tormenta, cuando existe el riesgo de inundación, estas puertas giran 90º, bloqueando así el lecho del río. Este diseño es capaz de resistir una oleada de hasta 7 metros de altura.

Desde que se puso en funcionamiento la barrera del Támesis, se ha cerrado más de 100 veces. Es difícil imaginar cuántos problemas las olas crecientes aún traerían a los habitantes de Londres, si no se hubieran construido estructuras protectoras, porque aproximadamente 125 kilómetros cuadrados del área de Londres caen en la zona de posibles inundaciones.

La barrera del Támesis, a pesar de su función puramente práctica, tiene una apariencia muy original, y miles de turistas vienen a ver postes de estilo futurista cada año.