Insidious Death Valley en Kamchatka: no se recomienda a los turistas que vengan aquí

En el valle del río Geysernaya, en la península de Kamchatka, se encuentra uno de los lugares más peligrosos de nuestro país: Death Valley. Cada año, cientos de animales y aves terrestres encuentran su último refugio aquí. Incluso el instinto de autoconservación no ayuda a los habitantes salvajes de Kamchatka a evitar la muerte en esta zona anómala.

Death Valley se encuentra al pie del volcán activo Kikhpinich, en el extremo oriental de la península de Kamchatka y es parte de la Reserva Kronotsky. Sus dimensiones son pequeñas: aproximadamente 2 kilómetros de largo y no más de 500 metros de ancho. Esta zona anómala es famosa por el hecho de que aquí se descubrieron muchos esqueletos y cadáveres de animales que murieron en circunstancias extrañas. Aquí se encontraron los restos de pequeños roedores, así como mamíferos más grandes: osos, zorros, glotones. La reserva de Kronotsky a menudo es visitada por viajeros, pero no organizan visitas al Valle de la Muerte.

A pesar de la investigación activa de Kamchatka por vulcanólogos, zoólogos y geógrafos, los científicos solo sabían sobre este lugar inusual en 1975. Después de que quedó claro que en este valle se encuentran en grandes cantidades los restos de representantes fallecidos de la fauna, especialistas de varias comunidades científicas se apresuraron al valle para averiguar la causa de su muerte.

Como resultado de un estudio exhaustivo del Valle de la Muerte, fue posible descubrir que todos los animales murieron por los efectos de los gases venenosos que se liberan en este lugar. En las entrañas de la tierra, al pie de un volcán activo, los procesos activos están constantemente en curso, como resultado de lo cual una mezcla mortal de gases se escapa a la superficie. Se registraron evaporaciones de dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno y ácido hidrocianico en esta parte del valle del río Geysernaya. Estos gases causan envenenamiento, asfixia y parálisis respiratoria. La situación se ve agravada por el hecho de que el valle tiene forma de cuenco, donde el intercambio de aire con los paisajes circundantes es difícil. Por lo tanto, los gases venenosos liberados de las entrañas de la tierra durante mucho tiempo permanecen en el valle, aumentando gradualmente la concentración.

En la primavera, después de que la nieve se derrite y la temperatura aumenta, los roedores ingresan al Valle de la Muerte. En busca de comida, ingresan a un territorio con una alta concentración de gases venenosos y se convierten en víctimas de este lugar insidioso. Atraídos por el olor de la caída, los depredadores penetran en el valle, algunos de los cuales nunca salen de este triste lugar. Para los científicos, sigue siendo un misterio por qué los animales más grandes no abandonan el valle a la primera señal de malestar o mal olor.

En el verano, el territorio del Valle de la Muerte es monitoreado regularmente. Los científicos sacan los cadáveres de pequeños animales más allá de sus límites para que su olor no atraiga a los depredadores. Gracias a este trabajo, las víctimas del valle traicionero son cada vez menos.

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